Gue Schmidt
OIR ES VER - Un nuevo comienzo o una vieja carga (Un esbozo)





Con esta presentación como con las anteriores, y a lo largo de su existencia, OIR es VER se ha hecho mayor. Es decir que el proyecto aquí en Györ además celebra un aniversario.
Cumplimos entonces el décimo año y la decimosexta vez que el proyecto toma el camino de su presentación.


Empezó con una simple, única exposición en Medellín/Colombia. En consecuencia, se puede decir que, casi dio la vuelta al mundo. La forma de circulo que implica esta expresión, no se ha realizado verdaderamente, porque para seguir el viaje nunca hubo una secuencia inmediata, excepto en el año 2000, cuando se pudo percibir la exposición y la correspondiente emisión por radio consecutivamente en cuatro lugares de México (México City, Querétaro, Acapulco, Xalapa), aunque allí tampoco salió de zonas regionales.


Pero volvemos a la secuencia - se adjunta aquí una presentación corta del orden: 1996 Medellín/Colombia, 1997 Erfurt/Alemania, 1997 Bogotá/Colombia, 1999 Caracas/Venezuela, 2000 Estambul/Turquía, México City, Querétaro, Acapulco, Xalapa/México, Graz/Austria, 2001 Weimar, Berlín/Alemania, 2002 Schaffhausen/Suiza, 2003 St.Pölten/Austria, 2005 Toronto/Canadá (en el catálogo del año 2002 y en su ampliación del 2005 se encuentra una presentación escrita y fotográfica de los lugares y sus situaciones).


Al principio de la primera presentación sólo latentemente existía la idea de ver la exposición también como un proceso, y en primer lugar se refería al proceso discursivo y a la relación con los/las artistas participantes.


A partir de la segunda presentación en Erfurt, donde por primera vez los (grupos de) artistas documentaron su interés en aportar más y nuevos aspectos al proyecto - lo que entonces ya se hizo para participar en las próximas representaciones - cada vez más se evidenció tematizar lo procesual de la exposición, y con ello en general llevarlo a la práctica.
Así ocurrió que con cada nuevo lugar de presentación se apuntaron al camino nuevos/as (grupos de) artistas. Si al principio participaron treinta y cuatro artistas (y grupos) en el proyecto, ahora son noventa y tres.


El concepto original de invitar a artistas a entregar una obra sonora de una duración entre 50 segundos y varias horas, y también una obra fotográfica vinculada - como asociación con la obra sonora - a la vez incluyó la posibilidad de parte de los/las invitados/as, a su vez de invitar a un/a amigo/a artista (fotógrafo/a). O sea, en caso de que no existiera ninguna representación fotográfica de la obra sonora, ellos/ellas podían tomar parte con una obra como aportación a la obra sonora correspondiente. Lo mismo era válido en el caso de aportaciones textuales.


Así es que en un principio 93 artistas (y grupos) con sus obras sonoras participan en esta exposición, pero el numero total de participantes aumenta a 142 (con obras fotográficas como también textuales añadidas), porque varios participantes usaron esta posibilidad de extensión.


También era necesario confrontar a personas del ámbito teórico, de los respectivos lugares (de Medellín hasta Toronto) con el tema de la exposición (y con las emisiones de radio vinculadas) e incluirlas. Esto, para hacer posible la percepción del campo teórico/práctico correspondiente y su representación en otros reflexiones - más allá de los teóricos que escribieron sobre el proyecto - y la representación en los catálogos editados hasta ahora (1996-2005).


Andrea DIETRICH / Weimar, Renate EISENEGGER /Schaffhausen, Jürgen FISCHER /Erfurt, Heidi GRUNDMANN / Viena, Leo KREISEL-STRAUSS / Graz, Francisco LONDOÑO / Medellín, Manfred MIXNER / Berlín, Franz NIEGELHELL / Graz, Carlos RAIGOSO / Bogotá, José Ignacio ROCA / Bogotá, Alexandra SCHANTL / St. Pölten, Burghart SCHMIDT / Viena, Edgardo Alfonzo SIERRA / Caracas, Michael VÖLKER / Viena, Manfred WAGNER / Viena, Wolfgang ZINGGL / Viena - todos/as ellos/as reflexionaron sobre OIR es Ver y contribuyeron en los escritos teóricos.


Cada lugar específico pedía tener en cuenta la situación de espacio, o mejor dicho, intervenir en él de manera especial, o sea también arquitectónicamente.
Claro está que el lugar no se tenía que adaptar a la exposición, sino los materiales de la exposición - como mucho - modificaron el lugar.
Así cada vez se crearon nuevas y emocionantes situaciones espaciales, que respondieron a las circunstancias de tematizar lo pasajero y temporal del proyecto respecto a su duración, como también la cuestión de lo efímero en la presentación de sonidos - y de crear un lugar donde se pudo percibir la permanencia a pesar de la fluida transición.


Pero sobre todo se actuó en el así llamado espacio "electrónico" y - en la medida de lo posible con aproximadamente 44 horas de material sonoro - se intervino en él.
El hecho de que esto - frente a la violencia de la guerra mediática que nos rodea y al concomitante allanamiento cualitativo y cuantitativo de los contenidos (pero también frente a una amenaza) - representa nada más que un llamear marginal, y en lo sucesivo parece una "quijotería" enana, puede que resulte desilusionante, tal vez incluso una locura; sin embargo, no pone en duda el proyecto, sino subraya la necesidad de una actitud crítica expresada mediante este proyecto, como también la posibilidad de conseguir una formación de consciencia crítica, de seguir adelante.


Cada uno de los trabajos, entre otros aspectos, también pone a disposición problemas formales artísticos, pero además se encuentra en una relación reflexiva sobre la sociedad y lo social. Esto consiste - no solo en representar un hecho humano y temporal, sino - en representar fuerza productiva vivaz y verdadera actividad vital.


Aunque van aumentando los signos de que la fuerza creativa y la consciencia crítica tienden a hundirse en la niebla del formalismo confortable - frente a recortes forzosos y restricción en todos los ámbitos vitales por un lado, y a "sobre-abstracciones" del capital por el otro - más que nunca vale contraponer a estas ceguedades, entre otros, uno de aquellos credos, que representa una de las sustancias y fuentes de actividad creativa, con la frase, "donde racionalismo y utilidad dominan, la fantasía está condenada a la agonía..." (portada/catálogo 2002).


Para tratar ahora aquí los trabajos específicos del proyecto sería este el lugar adecuado y quizás también el tiempo, pero ¿qué hacer resaltar, qué dejar? Ya el tema (OIR es VER - que no significa que se sustituya el ver real), cada artista participante lo hace accesible a través de su trabajo y además en tres niveles diferentes (sonido, imagen y texto).
Lo demuestran las distintas y muy variadas representaciones, como también el marco creado al realizar este proyecto, de manera que ya muchos/as colegas lo usaron y - ¡qué sigan muchos/as más, para que los pocos efectos provocados lleguen a hacer efecto!


Muchas de las obras sonoras, si no son la mayoría, hacen referencia a las obras plásticas de sus autores. Es decir, muchos/as de los/las artistas participantes básicamente trabajan en el ámbito de las artes plásticas. Pero incluso participaron músicos y en este caso era necesario aplicar la posibilidad de reflexión desde el otro lado. Pero todos vinculados al arte en el espacio - porque ¿qué sería un sonido sin cuerpo? ¿y qué sería un cuerpo sin espacio - sin un campo de reflexión en lo material?


Es verdad que ya una idea nos podría hacer vibrar. Pero materializar esta idea significa iniciar un movimiento y así realizarla sucesivamente en relación a la reflexión social. Aquí esto sucede en colectivo, como está pensado en el proyecto, y no en privado, y así se demuestra.


Aunque ya remarcado, qué elegir y qué no, como segunda parte de la exposición, al final sí que sea comentado aquí - mediante las instalaciones exhibidas - la manera de proceder de cada artista y la producción de su obra sonora.


Como selección aquí solo se enseña algunos ejemplos, que se podían realizar con un trabajo de instalación relativamente sencillo, lo cual no quiere decir que el proceso creativo necesario para conseguirlos haya sido igual de sencillo. También en este lugar nos encontramos ante aquellos campos que van, como ya expresado de otra manera arriba, desde mudo hasta sonoro.


¡Pero el campo intermedio - somos nosotros!



Gue Schmidt, Viena, Marzo 2006