Heidi Grundmann
OIR ES VER - Notas sobre el arte en la radio.





Desde siempre, el medio de la radio ha fascinado a los artistas. Antes inclusive de poder trabajar con este nuevo medio de comunicación, en los escritos y manifiestos de los vanguardistas era ya considerado como clave para el desarrollo tecnológico, para un nuevo arte y una nueva forma de la comunicación. Pero esos sueños y utopías se estrellaron contra la realidad del desarrollo histórico sociológico. Aunque la radio se había convertido en un medio unilateral - institucionalizado y manejado como radio de derecho público o comercial-, se ha vuelto sin embargo contexto, sitio y objeto de arte, igual que las pequeñas cadenas minoritarias (o piratas, ya que en algunos lugares están prohibidas) que en muchos países del mundo son el abono fértil de los medios de comunicación. Ultimamente la radio, tradicionalmente un "viejo" medio de comunicación, se une en sus diversas formas con los nuevos medios: por ejemplo en el internet, la radio está recuperando su perdido potencial como medio de comunicación "horizontal".

Como casi ningún otro arte, el arte de la radio refleja muy bien las condiciones socio-mediopolíticas, bajo las cuales nace. En algunos países los artistas han logrado tener acceso al know how técnico, a los modernos estudios y los valiosos tiempos de emisión de las grandes cadenas de radio: el desarrollo de la musique concrète (música concreta), la música electroacústica, la pieza radiofónica experimental o grandes instalaciones de sonido en vivo y eventos simultáneos de radio en vivo, serían impensables sin la institución de radio de derecho público. Pero el arte de la radio se puede usar tanto como jingle en la propaganda de un canal comercial, como también en programas nocturnos de una emisora de un colegio. Los artistas de la radio provenían y todavía provienen de la música, pero también de la literatura o de las artes plásticas - una de las primeras piezas de radio la hizo un director de cine - o de grupos de artistas interdisciplinarios. Ellos reflejan tanto las posibilidades estéticas del sonido emitido, las condiciones sociales y tecnológicas de la radio como medio de comunicación que está cambiando de forma rasante, así como también su potencial de comunicación perdido. Ellos consideran sus trabajos en la radio como arte en el espacio público, esculturas, que sólo se vuelven realidad durante los programas y por la recepción de unos oyentes desconocidos, como intervención que hace concientes los quehaceres cotidianos, como alternativa a rígidas costumbres de percepción, como juego con nuevas ideas y contra la concepción tradicional de autor y/o Copyright, etc. etc. Como material de trabajo, los artistas de la radio disponen de noticieros, fragmentos y samples de los archivos de las radiodifusoras, lengua, música seria y popular, formas de literatura y géneros como sonidos de la naturaleza, sonidos existentes y sintéticos. Se usan estrategias de producción como el collage, el montaje, la composición distribuida en vivo, la apropiación, la emisión en vivo, la comunicación con los oyentes, etc, etc. Artistas de radio trabajan en archivos y estudios de sonido durante días y semanas y/o hacen eventos en vivo y documentan su trabajo en exposiciones, catálogos, en discos compactos, en CD-Roms y en el World Wide Web.

El arte en la radio puede ser también un manual para la construcción de una pequeña emisora para cualquier persona, la colaboración con los radioaficionados, la ocupación de un sistema de altavoz o la apropiación artística de la radiocomunicación de y con aviones o cápsulas espaciales. La mejora y la reducción del precio del equipo digital para el trabajo con sonido libera a los artistas de la radio cada vez más, de la dependencia de las condiciones de producción en los estudios de sonido de las emisoras de radio: sin embargo todavía tienen que luchar por las posibilidades de emisión. El internet parece ofrecer nuevas posibilidades. Sin duda los medios de comunicación serían más pobres si los artistas se retiraran de la radio tradicional bajo la presión de la popularización, que ya llegó también a los canales culturales. Una nueva área de trabajo de los artistas de radio son formas de producción y de distribución que nacen de viejas y nuevas tecnologías de comunicación. Un medio de comunicación tan híbrido obliga no sólo a implantar nuevos métodos de producción interdisciplinarios y colaborativos, que son cada vez más, también métodos de distribución, sino cuestiona de diferentes formas también el papel del arte y de los artistas en la teoría y en la práctica: no se trata únicamente de un manejo creativo de las nuevas tecnologías de comunicación, sino se trata de los efectos de la digitalización en nuestra sociedad y su cultura.

Así como el radio se está transformando en el nuevo conjunto de los medios, y su independencia ya no es limitada hacia sí misma sino que se tiene que definir en relación con otros viejos y nuevos medios de comunicación, el trabajo de los artistas de la radio es más que un simple trabajo con la emisión de material audible: radio digitalizado tiene su base en datos que no sólo son sonido sino una órden de control, imágenes, texto etc.: en la convergencia de los medios de comunicación, computador y telecomunicación, se está vislumbrando un mega-medio. En el manejo de este megamedio el sonido es únicamente un sólo parámetro entre varios. Al tiempo cuestiona también la omnipresencia del sonido en la sociedad postindustrial, la necesidad de una ecología del sonido. En el amplio espectro de los artistas de radio de hoy, se encuentran cada vez más que se dedican al estudio práctico y teórico de este problema.
"Oir es Ver" se podría interpretar como representación de una gran parte de la producción de los artistas de radio de hoy, que persiguen que la escucha social que estaba en el centro al comienzo del desarrollo del arte en radio, se convierta en un medio para ver y mostrar procesos sociales. La práctica actual cierra de forma superficial el círculo que se abrió con las teorías utópicas y conceptos de vanguardia formulados con tanta esperanza y fantasía en las primeras décadas de nuestro siglo, y les pone fondo por medio del funesto matiz de la traumática realidad de nuestra historia reciente. Un pasado en el cual el medio de la radio no puede negar su origen en la tecnología bélica.